Tuesday, June 2, 2015

EL CORRIDO SURIANO ES EL HIJO DESOBEDIENTE DEL ROMANCERO ESPAÑOL


Entre las características atribuidas al corrido resalta su aspecto trágico. Sin embargo,el corrido suriano pertenece más bien al ámbito de la vida cotidiana y del tiempo libre. En efecto, dentro de un corpus de ochocientos corridos sólo el 10% pertenece al género épico-trágico, político o revolucionario; el 90% restante son corridos de amor (la gran mayoría) y desamor, algunos son cómicos y lúdicos (burlescos o albureros) y conforman el discurso social común de la comunidad. Éste refleja sus normas y valores, por lo que la trova desempeñaba un papel fundamental para la reproducción de la cultura local, sobre todo de la sociabilidad cotidiana y de las relaciones de género como veremos más adelante.En cuanto a su forma, el corrido suriano es polirrítmico y polimétrico. Cada corrido tiene su forma y su música propia y no se ajusta a las características señaladas por Vicente Mendoza (cuartetas octosilábicas), ni a las seis “fórmulas primarias”propuestas por Armando Duvalier.

En efecto, tanto la llamada inicial como la despedida del corridista constituyen frecuentemente piezas aparte –el saludo y la despedida – que conforman un género especial dentro del repertorio de los corridistas. Así mismo, son raras las ocasiones en que se menciona una fecha, salvo en algunos corridos históricos que apelan directamente a la memoria histórica de la comunidad para señalar que un hecho determinado remite a otro hecho pasado.
Sirva como ejemplo La Bola del Sitio de Tlaltizapán, donde el degüello perpetrado por los federales durante la revolución zapatista remite a un episodio similar protagonizado por Hernán Cortés en Tenochtitlán. Por otra parte, los corridos-panegíricos(es decir, los que ensalzan la vida y obra de ciertos personajes) raras veces refieren la biografía o registran las señas generales del personaje: sólo destacan de modo genérico los servicios prestados a la causa, como veremos más adelante con los corridos fúnebres en honor a Felipe Neri e Ignacio Maya. Otra peculiaridad del corrido suriano es el género corrido-bola específico de la región suriana, al que dedicaremos un apartado propio.
Como ejemplo del género saludo, pieza aparte del repertorio de todo trovador,he aquí un
Saludo al dios Apolo que ilustra bien la especificidad de la trova suriana:debe ser oída y no leída, por ello la métrica es irregular porque sólo sirve para acompañar los cambios musicales y la versificación deja de ser ejercicio literario para volverse ritmo, tal como se estudia más adelante. El saludo sirve para presentarse ante la reunión, es decir ante el grupo de corridistas ahí reunidos, por lo tanto el trovador debe demostrar de entrada, antes de iniciar la ronda de corridos que puede durar horas o días, sus habilidades musicales, por ello los saludos siempre son piezas musicalmente más complejas que los corridos narrativos; el corridista debe igual-mente hacer alarde de sus dotes poéticas, lo que en la región suriana significa algo de cultismo (como en el caso del Saludo a una Joven Científica de Marciano Silva estudiado páginas abajo), y las palabras deben “sonar bonito” antes que “significar”, por lo tanto su connotación es más importante que su denotación:



Por el dios Apolo vengo predispuesto para saludar
a esta concurrencia que halla reunida bien sin novedad,
con todo mi afecto deseo todos gocen de felicidad;
quiero demostrarles, según mis conceptos, mi cordialidad
como debe ser… 



Ahora que Dios mismo se quiere dignar 
y a mis camaradas visite a la vez,
aunque en pocas frases por mi mal dialecto, 
juzgo es mi deber darles como ofrenda floral, 
un romance, un poema de ayer,para recordar…

Nobles pajarillos de castas silvestres, selvas del Edén, 
vengan placenteros gorjeando risueños por el mes de abril,
gloria a Minerva que es dueña del prado y de aquel gran pensil,
donde los cenzontles y las primaveras forman su redil,
risueños de amor… 

Toda la pradera formada está aquí 
a donde las musas gozan del placer,
desde el continente cruzando la esfera con rumbo hacia aquí,
un poema indulgente, un bello concierto yo dirijo a ti,
por vía de amistad… 

Todo esto me llena de gozo y contento nada más al ver
reunirse en el prado toditas las aves al anochecer,
cantando versitos de amor placentero para distraer 
la mente cansada o tal vez perturbada por un sueño atroz
que Morfeo mandó…

Disfrutando de Morfeo aquel don 
que en la noche nos envía veloz,
para conducirnos a todos tranquilos de una linda en pos 
para prodigarle todo mi cariño y darle un besito
tronado de amor… 

Al cielo le pido con todo entusiasmo, lo juro a la vez,
que siempre se digne en darnos persistencia y permanecer,
que siempre reunidos cantemos canciones de amor por doquier,
esto lo pretendo porque así comprendo vivir más feliz,
en el bello Edén…

Disfrutando de aquel suave olor de las dalias que hay en el jardín,
de aquella floresta que exhala un perfume que sólo es de ahí,
por medio del soplo del viento incansable se puede expandir
por todo el confín…

Punto memorable, lugar donde me hallo, me honro al contemplar
la armonía confluente que forma este cuadro de hombres que a la par,
llegan siempre afables al punto citado todos a gustar,
con ambiente amable y muy bien presentados se miran gozar,
todos en unión… 

Todo este conjunto que se encuentra hoy, 
quiero me dispensen con el corazón,
para saludarlos clarines, jilgueros he venido yo,
al son de esta lira que suena incansable con ambiente amable,

eco arrullador…

Texto por: HÉAU Catherine


LA GRAN FAMILIA DEL CORRIDO MEXICANO

El corrido aparece en Morelos a mediados del siglo XIX, quizás como heredero mestizo de la décima española y de los cantares aztecas. Los campesinos de la región llaman a su trova “corrido” a pesar de ser diferente del corrido norteño y del romance castellano que, según Vicente T. Mendoza, debería ser el ancestro de todos los corridos mexicanos.
Cuando el romance de ciego 1 de la España del siglo XVIII es adoptado y adaptado en los territorios de la Nueva España, adquiere características regionales peculiares en función del público que se lo apropia. No debemos olvidar que los territorios novohispanos tenían una extensión comparable a la del continente europeo y no estaban bien integrados ni comunicados internamente, lo que implicó una gran variedad regional y cultural. 
Por eso el corrido adquiere rasgos propios según su territorio de anclaje, es decir, de recepción, donde atraviesa por transformaciones sucesivas que desembocan en un mestizaje cultural más o menos acentuado. Por lo tanto podemos definir a grandes rasgos tres tipos de corridos que de alguna manera se emparentan con el romance de ciego: los corridos surianos, los norteños y los de las imprentas populares u hojas volantes.

El corrido suriano
En nuestro caso, la trova narrativa que es adoptada por las poblaciones mestizas de la región central de México se impregna de algunas características propias de la cultura náhuatl que la cobija. A mi modo de ver así se explican algunos de sus rasgos formales como, por ejemplo, la prevalencia del ritmo sobre la rima, de los efectos sonoros sobre el sentido de la letra e, incluso, de la eufonía sobre la métrica, como ocurre cuando se emplean secuencias enteras de palabras esdrújulas.   En estos casos diríase que prevalecen las huellas de la oralidad sobre la escritura, tal como le estudiaremos más adelante. La matriz cultural indígena marcó también el contenido de los corridos surianos: cuando se evoca la memoria de un pronunciado (llamado bandido por el gobierno en turno), el corrido enfatiza la causa social y el vínculo del héroe con su comunidad de origen, más que sus características individuales. Por ejemplo,los corridos escritos durante la revolución mencionan al Jefe Zapata y enumeran los otros generales de la región. Sólo una vez muerto Zapata, se escriben desde la ciudad corridos octosilábicos que lo elogian individualmente. Tampoco hay corridos de contrabando ni de caballos ya que el indio, antes de la Independencia, no tenía derecho al caballo. La figura del caballo no entró en el imaginario social morelense aún cuando se habían vuelto hábiles jinetes durante el siglo XIX. 
Otro rasgo distintivo del corrido suriano es la manera en que trata a la mujer infiel, no hay balazos sino el ostracismo social: se balconea a la infiel cantando su infidelidad y provocando una“muerte social” que puede resultar más dolorosa que la muerte real.

El corrido norteño
Cuando el romance de ciego español acompaña la colonización del norte, donde la población convive con muchas culturas de origen distinto, el corrido norteño se apega y conserva su carácter hispano porque el español se vuelve la lengua franca que permite la socialización, la comunicación y el intercambio entre los diversos pueblos. Y por cierto conserva sus características hispanas por una necesidad funcional más que por una pureza étnica que los colonos de las clases populares no podían mantener.La dura realidad de la colonización a punta de machete o de escopeta suscitó y reforzó acciones y actitudes de valentía. Surgen de este modo ciertos temas característicos del corrido norteño como la figura del valiente, la preeminencia del caballo como mejor aliado del hombre, la astucia de los héroes populares por encima de la legalidad (contrabando) y el bandolerismo social en contra de un gobierno percibido como ingrato hacia sus hijos norteños. Estas temáticas se hallaban ya muy presentes en la tradición popular europea y distinguen al corrido norteño de suprimo suriano.

Las hojas volantes 
Finalmente, en la capital del país, la musicalidad propia de la tradición oral tiende a desvanecerse ante los requerimientos de la letra impresa. Las imprentas populares publican corridos en hojas volantes que son los más parecidos a los romances de ciego por el uso hiperbólico de la “nota roja”, es decir, del escándalo. Estos corridos se distribuyen por todo el país gracias a los arrieros, y como no llevan música propia su métrica (octosílabos) se estandariza de tal suerte que cada “publicista”(cantante callejero que vende las hojas volantes) pueda adaptarle la música de su repertorio que le parezca más apropiada.

Texto de: HÉAU Catherine 

EL CORRIDO SURIANO


Se cantaba en el sur del Altiplano mestizo de México (Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Morelos y centro-norte deGuerrero por donde corre el río Balsas) entre 1850 y 1950, es decir hasta la llegada generalizada de la radio. Tuvo su auge durante la revolución zapatista, cuando de referente identitario pasó a ser arma ideológica de los campesinos rebeldes y se volvió la gran épica zapatista. Esta región muy poblada y mestiza coincide con los antiguos territorios de habla náhuatl y fue escenario de un movimiento político, el zapatismo, cuya fuerza y vigencia se fincaron en una sólida identidad político-cultural que podemos rastrear en su vertiente musical: los corridos surianos.

Texto por:
- HÉAU Catherine